12 de marzo de 2016

El tiempo y vivir cada día como si fuera el último



Abrir los ojos un día cualquiera y entender que el tiempo se agota, cada respiro es un momento menos en este mundo.

Hace pocas horas en una discusión con el destino fui cuestionada, alguien me dijo:
"vive como si fueras a morir pronto, por que tal vez así sea... ...la rabia debería ser contra ti misma, por desperdiciar el tiempo durmiendo en el día encerrada en tu casa, en lugar de salir a disfrutar del mundo mientras aun puedes"

Y claro, me enojé, por que tenía razón, a veces me encierro en mi misma por miedo al mañana, y lo que realmente sucede es que estoy dejando de vivir por entregarme a la incertidumbre y desdeñar lo que aún no tengo.

Sin embargo, en defensa de mis sentimientos, de mis miedos, de mi rabia con el destino y con el poco tiempo para hacer mis sueños realidad, entendí también que no es posible vivir como si fuera a morir pronto, al menos no literalmente, no quiero pensar cada día en que tengo un momento menos que disfrutar o que eventualmente todo terminará pronto.

Sí, entiendo muy bien a lo que se refieren las personas cuando hablan de "vivir cada día como si fuera el último" aprovechando cada instante para disfrutar la experiencia; a pesar de eso, creo que la vida tiene otra esencia que se nos oculta tras los afanes de los sentimientos de placer o bienestar y es precisamente, la experiencia, el camino. La posibilidad de soñar lo que deseamos ser o hacer es indudablemente para mi, una hermosa oportunidad que no puede aprovecharse si pienso que moriré pronto.

Deseo tener la oportunidad de entregarme a ideales, a esperanzas, a sueños rotos y a mi fé, deseo que el vivir como si fuera a morir pronto no me implique que deje de soñar, sino entender que debo disfrutar el máximo el camino, pues probablemente mi innumerable lista de sueños no llegue a estar tachada en su totalidad, sin embargo, el disfrute del camino, a pesar de las circunstancias de modo, tiempo y lugar me lleve a tener una vida más plena.

Vivir como si fuera a morir mañana, significará entonces para mí, hacerme aliada del tiempo, por que a pesar de él, sé que tendré innumerables momentos de sonrisas, besos, abrazos, caricias, lágrimas, que me permitirán ser. A pesar de las circunstancias de mi vida, puedo ser, y de eso se trata, según mi punto de vista, el vivir, de la experiencia, de lo que esa experiencia construye en mí y de lo que construyo en esa experiencia.

Si me lees, te invito a cuestionarte, a que vivas tu vida disfrutando de la experiencia, del camino, a que no dejes de soñar y aunque muy locos parecen a veces nuestros sueños, es más loco dejar de soñar; recuerda también que lo importe en este proceso es que te atrevas a caminar, que actúes, que recorras el camino, eso no asegurará el éxito en lo que emprendas, te dará en cambio un aprendizaje único, la hermosa posibilidad de ser quien eres y descubrir tus posibilidades.
Los sueños no se nos cumplen en el modo exacto en que los soñamos, no obstante el camino es mucho más fructífero, por que permitimos que la vida sea, y somos la vida.

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