Soñar es aventurarse a dejar vivir una parte del propio ser… soñar es arriesgarse y batallar, jugar y divertirse… soñar es liberarse.
Y como soñar significa ser libre, existen también los ladrones de sueños, los que inutilizan y complejizan nuestros deseos más profundos, los que con palabras se atreven a detenernos, y nuestros miedos, hacen más fáciles los robos.
El tesoro más hermoso, es el sueño de un alma libre, el ladrón más eficaz es el que no ha podido soñar, el que tiene la visión corta y el que nunca aprovecho una derrota para aprender, el que se dejó vencer fácil, al que, los argumentos más tontos, derrumbaron sus sueños, y dejo de soñar.
Un ladrón de sueños es fácil encontrar, todos tenemos uno, porque todos tenemos miedos, derrotas y fracasos, difícil, es encontrar el soñador, que además de atreverse a soñar, es capaz de realizar, pasa del pensamiento a la acción, el soñador mas perspicaz, es el que soñando no se va a las nubes, si no que propicia pequeñas situaciones para que su sueño sea realidad.
El soñador más grande es el niño o la niña dentro nuestro, que con muy poco, logra mundos fantásticos.
